por Héctor ESPINOSA FLORES
Yul Brynner fue un actor excepcionalmente muy bueno. Su imagen fue también muy famosa en el mundo gracias a su cabeza rapada para interpretar un personaje en teatro, y que él decidió seguirla usando así en todas sus siguentes películas. Pero indiscutiblemente, fue muy famoso y admirado por muchos, por interpretar “Los diez mandamientos”, así como el clásico western “Los siete magníficos” y la cinta “El Rey y Yo”, así como “Anastasia” y “Los hermanos Karamazov”.
Yul Brynner nació un 11 de julio de 1920 en la isla de Sahkaline, en Rusia y su verdadero nombre fue Taidge Khan. Y tuvo un pasado tan exótico que casi parecería la historia de “El rey y yo” que lo hiciera después muy famoso, ya que su padre era un ingeniero mongol que luego cambió de apellido, y su mamá fue una gitana que murió al nacer éste.
Fue en Pekín donde pasó sus primeros años, pero luego cuando estudiaba en París, decide abandonar la escuela para meterse a un circo de gitanos que viaja por todo el mundo, donde es un trapecista, pero a los 17 años de edad cuando sufre una caída desde el trapecio, tiene que abandonar el circo. Luego siguió estudiando filosoría en París, pero de nueva cuenta regresó al mundo de la farándula, pero ahora con una compañía teatral de un soviético, Michael Chekov, con quien estuvo en una gira que hicieron por Estados Unidos en 1941 y ahí logró conseguir trabajo en La Voz de América, como presentador de lengua francesa, pero sobre todo por el timbre de su voz. Pero siguió en el teatro y 5 años después ya estaba logrando debutar en Broadway con la comedia musical “Lute song”. Una de sus compañeras de reparto, Mary Martrin, recomendó a Yul para que le dieran el papel estelar de “El Rey y yo”.
Y se lo dieron ese papel y todos se sorprendieron de su éxito fabuloso, porque la puesta en escena ¡duró 30 años! y llegaron a las 4,625 presentaciones, logrando un éxito que nunca antes se había visto con una comedia musical en Broadway. Y dentro de las biografías que se han escrito del actor, casi todas coinciden en que la carrera de Yul Bryney ahí nació en Broadway, y ahí murió.
En 1949 cuando estaba en sus comienzos como actor de cine, participó en la película “Port of New York” en donde aparece con pelo, interpretando a un bandido de poca catogoría. Pero luego fue cuando intervino en “El Rey y yo” y por decisión de la creadora del vestuario, lo obligaron a afeitarle el cráneo, y así tuvo que andar por el resto de su carrera, porque 30 años estuvo interpretando el mismo personaje en Broadway. Y la versión para cine de “El rey y yo” sigue siendo la mejor versión del tema que usted seguramente conoce porque ha visto en más de alguna ocasión en la televisión, con la versión de Ana y el Rey que interpreta Jodie Foster y Chow Yun-Fat, sobre la maestra que es contratada para dar clases de inglés a los hijos del rey de Siam, y terminan enamorándose. La primer versión fue con Rex Harrison en 1946, y luego la de Yul Bryner ganó cinco Oscar y otras 4 nominaciones.
La imagen de Yul con su cráneo afeitado era ya muy famosa, y por eso cuando al actor le ofrecieron otros papeles en otras películas, no aceptó que le colocaran peluca y así apareció rapado en cintas que también lo hicieron muy famoso, como su papel de faraón en “Los 10 mandamientos”, o como el rey de Israel en “Salomón y la reina de Saba”, luego pasa a su extraño personaje en “Anastasia” y luego participa en una obra clásica con “Los hermanos Karamazov”.
Y luego en 1960 vino otra cinta que se sigue considerando como un clásico del género western, con “Los siete magníficos” dirigida por John Sturges y basada en “Los siete samurais” de Akira Kurosawa, pero traslada a la frontera con México, en épocas del Viejo Oeste, logrando destacar no solamente por ser en conjunto una buena película, sino por las actuaciones de Yul, junto con Steve McQueen, Charles Bronson y James Coburn. Por cierto, la cinta representó un parte aguas del género, y muchos trataron de imitarlos, incluso después se haría una continuación de esta cinta, pero ya no tuvo éxito, tanto porque ya no estaba Yul Bryner porque había muerto, como también porque los héroes morían en la pantalla.
Otras de las cintas en las que trabajó, fueron “La luz del fin del mundo”, “La loca de Chaillot”, “Villa cabalga!”, “La sombra de un gigante”, “Morituri”, “Taras Bulba”, “Los bucaneros”, entre otras.
Pero además Yul Brynner, que desde que llegó a Estados Unidos solicitó la nacionalidad estadunidense, desde 1959 se daba tiempo para ayudar a los demás, ya que desde entonces era consejero especial del Alto Comisariado de las Naciones Unidas, encargado de los refugiados. Por cierto, cuando ocurrió la muerte de Yul, una persona que lo lloró mucho fue Phac Minh Chau, una refugiada vietnamita de 16 años a la que Yul Brynner había costeado su educación. Y ella dijo que había sido como un gran tío para ella.
Yul Brynner en "Taras Bulba"
Del cine ya se había separado en los años setentas, 3 películas después de que interpretó al robot pistolero de “Westworld” y ya para entonces tenía su propia productora instalada en Beverly Hills.
Su vida privada fue realmente eso, porque era muy poco lo que se sabía de él. Regularmente de su vida privada, sólo fueron motivo de aparición en los medios informativos, cuando se casó tres veces y se divorció dos veces. Se casó con Virginia Gilmore en 1944, con Jacqueline Brynner en 1972 y luego con Kathy Lee. Tres hijas y un hijo tuvo con ellas.
Cuando sequía trabajando en Broadway en la obra musical “El rey y yo”, en 1983 le diagnosticaron que sufría cáncer de pulmón y tuvo que suspender sus actuaciones, pero después del tratamiento lo declararon curado y regresó a trabajar, pero días después le llegó la muerte, el 10 de octubre de 1985.
También vale la pena recordar que cuando Yul Brynner ya le habían diagnosticado cáncer de pulmón –a los 63 años de edad- a causa de tanto fumar, incluso a pesar de que tenía 15 años de no fumar, cuando estaba siendo entrevistado en “Buenos días América” de la cadena ABC News, hizo una declaración impactante al señalar que “Realmente quería hacer un anuncio cuando descubrí que estaba tan enfermo y que mi tiempo era tan limitado. Quería hacer un anuncio que dijera simplemente: ahora que me he ido, te digo que no fumes, hagas lo que hagas, no fumes. Si pudiera retroceder y no fumar, no estaría hablando de cáncer. Estoy convencido de ello”.
Después del fallecimiento de Yul Brynner, según se publicó en el New York Times, la Sociedad Oncológica Americana formó con su declaración un spot que se pasó en muchos países y en todos ellos causó impacto y muchos fumadores abandonaron el consumo del cigarrillo. Y sigue siendo considerado este spot, como uno de los más memorables, por impactante.
Hasta el domingo. Mi correo: hmef@msn.com
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