+ En su segunda película, ya había sido nominado al Oscar como mejor actor
+ También filmó varias cintas en Europa; pero lo mejor, lo filmó en EUA
por Héctor ESPINOSA FLORES
Anthony Perkins ya tenía 7 años en el cine y había trabajado en más de 8 películas, cuando en 1960 el mago del suspenso, Alfred Hitchcock, lo puso en el rol estelar masculino de la cinta “Psicosis”, y eso lo lanzó al estrellato como actor, pero también la cinta es considerada como una de las mejores del famoso y regordete director inglés.
Anthony Perkins en el papel del joven que cuidaba un hotel propiedad de su madre, y a ella la mantenía sentada en su sofá a pesar de que ya había pasado mucho tiempo de haber muerto, porque ya había enloquecido hasta convertirse en un asesino, ganó mucho dinero y popularidad.
Pero a pesar del gran éxito que logró esta cinta, Alfred Hitchcock nunca quiso hacer una continuación, ni mucho menos un “remake” o repetición, pero ahora en colores. Es por eso que -20 años después- cuando Hitchcock murió, se filmó una segunda parte de esta cinta y aunque no aceptó participar Janet Leigh, creyeron que una segunda parte impactaría. Pero ahí se cumplió el presagio de un buen cinéfilo: “nunca segundas partes fueron buenas”. Y la cinta fracasó.
Sin embargo, el actor ahora era el que estaba obsesionado del tema, y tres años después de esa segunda parte, ahora fue él mismo quien dirigió “Psicosis III”, pero volvió a fracasar, seguramente porque aún cuando utilizaron la historia base en las dos continuaciones, los arreglos que le hicieron a la trama otros guionistas, no gustó a la gran mayoría. Pero en realidad, lo que ocurrió es que era imposible buscar una comparación con una cinta de Hitchcock, porque el espectador sólo se dedicaba a buscarle comparaciones. Y no se trataba de eso. Quizá hubiera gustado si se titulara de otra manera y no se dijera que había sido basada en aquella cinta.
Anthony, nacido en Nueva York un 4 de abril de 1932, traía el cine en las venas, porque su padre había sido el actor James Ripley Osgoon Perkins. Y por eso no extrañó que apenas en la segunda película en la que había intervenido, “Friendly Persuasion” en 1956, recibiera una nominación al Oscar como mejor actor. Incluso, en ese tiempo se llegó a publicar que era el favorito y era además el que ofrecía una mejor actuación que el resto de los candidatos al Oscar.
Luego se fue a Europa en donde trabajó bajo la dirección de varios famosos y en cintas como “Phaedra” basada en un escrito de Eurípides, para luego filmar “El Proceso” basada en un tema de Kafka y bajo la dirección de Orson Welles, quien ganó el Oscar por el premio de la crítica. Pero luego trabajó nada menos que bajo las órdenes del director mexicano Servando González en la cinta “The fool killer” (Asesino de tontos) en donde lo mostraban como un cruel asesino. Y desde esa fecha, Anthony quedó sellado para esos papeles, porque muchos le ofrecían papeles de malvados o de asesino.
Alfred Hitchcock y Janet Leigh
Aunque en el mundo no era muy conocido que Anthony era bisexual, y mucho menos en ese tiempo se sabía algo sobre el sida, él no tuvo problemas para enamorar en la pantalla a muchas hermosas y famosas actrices. Pero tuvo muchos romances con muchos hombres, como el famoso actor Tab Hunter, o el bailarín Rudolf Nureyev y el coréografo Grover Dale, con el que tuvo una relación de seis años, incluso hasta muy poco antes de que el actor se casara con Berry Berenson –hermana de la actriz Marissa Berenson-, pero cuando anduvo con la actriz Victoria Principal, llegó a declarar que era homosexual. Y esa vida sexual sin limitaciones, lo llevó a contraer el Sida, muriendo en 1992, cuando tenía 60 años de edad. Su hijo, Osgood Perkins es actor conocido como Ox Perkins, mientras que su otro hijo, Elvis Perkins, se dedica a la música. La madre de ellos, Berry, murió dentro del vuelo 11 de American Airlines que fue estrellado sobre una de las torres gemelas, durante los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos.
A los 43 años de edad Anthony Perkins ya era considerado como un actor veterano por la experiencia que ya tenía en cine, como por ejemplo haciendo el papel de novio de Jean Simons en la comedia “La actriz” dirigida por George Cukor en 1953, así como hijo de Gary Cooper en “La gran tentación” que era un gran melodrama, o como el paranoico jugador de beisbol en “Venciendo al miedo” o como un héroe basquetbolista en “Tall Story” junto a Jane Fonda. O como el novio sin cerebro de la hermosa Audrey Hemburn en “La flor que no murió”, o en “Phedra” donde es un incestuoso y pasional hijastro de Melina Mercouri, hasta que llegó con su papel de sicópata en “Psicosis”, porque a partir de entonces en muchas películas apareció como loco, sicópata, o cuando menos con tics o tartamudenado, porque fue cómplice de un crimen en “Pretty poison”, o un suicida homosexual en “Play it as it lays”, o el amante de Diana Ross en “Mahogandy”. Es por eso que él llegó a decir que “Es agotador conservar esa imagen. Sigo pensando que es bueno, seguro, que la gente debe verme ya bajo otra luz...”.
Pero también tuvo éxito en teatro, ya que cuando intervino en el estelar de la obra “Equus” sustituyendo a Anthony Hopkins, fue tal el éxito que todo el público lo ovacionó de pie.
Hoy lo recordamos como un gran actor.
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