+ Nadie ha podido igualar el terror de “Psicosis”, sobre todo la escena de la ducha
+ En su tiempo, sus mejores películas no eran éxito de taquilla; hoy, son clásicos
+ Prefería el blanco y negro para el tema del suspenso; pero le obligaban el color
por Héctor ESPINOSA FLORES
Alfred Hitchcock fue y sigue siendo conocido como el mago del suspenso, a pesar de que dejó de filmar exactamente hace 32 años. Y sigue siendo también, el maestro a imitar por muchos cineastas. Incluso, trataron de hacer una “remake” de la que es quizá su cinta más famosa, “Sicosis”, y definitivamente ni siquiera pudieron lograr que se acercara un poco a la calidad del original, mucho menos superarla como aseguraban quienes la produjeron.
Y de nada les sirvió, tampoco, que la filmaran recientemente en blanco y negro, como la cinta original, ya que Hitchcock consideraba que el cine de suspenso se disfruta más en blanco y negro. Y por eso se opuso a las presiones de la empresa productora para que “Sicosis” se filmara en color. Inicialmente, Alfred logró convencerlos argumentando que si la hacían en color, se vería más violenta y estremecedora la escena del asesinato de Janet Leigh bajo la regadera, y como en ese tiempo estaba siendo acusado de que sus cintas mostraban mucha violencia en sus asesinatos, los productores le hicieron caso. Y así la cinta logró impactar como Hitchcock quería, y hasta la fecha sigue siendo considerada como un clásico del cine de suspenso, y sobre todo esa escena bajo la regadera.
Pero vale la pena advertir que esta cinta fue rodada con un bajísimo presupuesto, incluso como algo emergente, luego de que contrató a Audrey Hepburn para la cinta “No bail for the judge” y luego de que regresó de Londres –su tierra natal- para escoger las escenas que utilizaría en esta cinta, ella ya no quiso trabajar porque estaba embarazada. Y así fue como se puso a filmar esta cinta con pobre presupuesto y se convirtió en 1960 en la más taquillera de la historia de su carrera, porque además era común en esos tiempos que sus películas eran de muy buena calidad, pero sin éxito en la taquilla.
En ese mismo año, cuando Hitchcock se prepara para viajar por el mundo acompañado de su esposa Alma Reville, a quien dos años antes le habían diagnosticado cáncer. Y antes de partir, según lo llegara a comentar él mismo, vió una noticia que le llamó mucho la atención: una bandada de pájaros habían bajado por la chimenea de una casa y atacaron a la dueña. Así fue como nació su idea de hacer “Los pájaros”, otra de sus cintas que se convirtieron en clásicas del cine de suspenso, utilizando por primera vez a Tipi Hedren, que hasta entonces era una modelo. Y desde entonces le obsecionaron las rubias. Y a Tipi la contrató para que trabajara en varias cintas bajo su dirección.
Hacer una película, llegó a decir Alfred Hitchcock, es como dar vida a lo que hiciste en el guión, llevándolo a escena, para luego ponerlo en latas. El gran problema es que cuando se hace cine puro, toma mucho tiempo el trabajo laborioso de iluminar y decorar algo que se verá sólo unos cuantos segundos en la pantalla”.
“Una vez que se ha visualizado todo, la película de principio a fin, las formas de expresión se reducen porque no siempre se alcanza lo que se buscaba en el guión. Se deben hacer concesiones. También hay muchas cosas inalcanzables. Pero se debe probar todo, hipotéticamente, sobre el papel donde también puede marcarse la música. Cinco puntos y cuatro rayas producen repentinamente un hermoso sonido”.
Alfred fue criado en una familia humilde. Su padre murió cuando él tenía 11 años de edad. En 1942 muere su madre y un año después muere su hermano William. Ya para 1920 se dedicaba a hacer los rótulos de películas del cine mudo en la empresa Famous Players Lasky, donde conoce a Alma que trabajaba como montajista, con la que se casa en 1926 y ella fue después su ayudante de dirección y guinista en varias de las películas del Mago del Suspenso.
Después de 3 años de ayudante de dirección con Graham Cutts, logra dirigir su primer película en 1925, “El jardín de la alegría” que filma en Alemania, donde conoce al gran cineasta Murneu, uno de los realizadores que más influyó en su manera de ser en el cine. Y 4 años después dirige la que sería la primer película sonora de Inglaterra, “La muchacha de Londres”. En 1928 nació su hija Patricia.
Era muy conocido en los medios cinematográficos, como un director muy exigente, porque a todos les exigía que tenían que presentarse a trabajar con traje y corbata, incluso utileros y ayudantes. Pero a los actores les motivava mucho la forma como Hitchcock se dirigía antes de filmar cada escena, tomando de los hombros al actor o actriz y mirándolo fijamente se ponía a dialogar con cada uno sobre lo que era su personaje. Pero claro que no a todos les gustaba esto, porque consideraban que mientras la mayoría de directores de cine consideran a los actores como el punto de principal importancia, Alfred con esa forma de comunicarse con los actores, también estaba dejándoles en claro que el más importante de la película, era él.
Pero lo que sucedía en realidad era por su caracter controvertido. Como era el caso cuando le hacían una pregunta y no era capaz de responderle directamente a la persona que se la hacía, sino que la respuesta se la daba a través de terceras personas, o simplemente se quedaba callado.También nadie tenía el derecho de hablarle en diminutivo frente a frente.
También, detestaba que en una escena apareciera algo con colores chillantes. Y es que consideraba que ese objeto podría hacer llamar más la atención del espectador que lo que estaban haciendo o hablando los personajes de la cinta. Y eso lo sabía muy bien, por ejemplo, el responsable de la fotografía de cintas como “De entre los muertos”, “El hombre que sabía demasiado” y “Topaz”, Henry Bumstead.
Cuando filmó “La Trama” (Family plot) en 1076 se rumoró –curiosamente- que esta sería su última película, porque se retiraría o moriría (lo cual así ocurrió), pero él desmintió ambas versiones, porque aseguró que ya estaba preparando su siguiente película, porque tenía pendientes dos películas ya firmadas para la Universal. Incluso, aseguró que su salud era buena, aunque todos veían como caminaba muy despacio, luego de que le colocaron un marcapasos.
También, era tradicional que Alfred Hitchcock apareciera en todas las películas que dirigió, pero como algo perdido, alguien que pasaba o que estaba cerca. Y casi todos los admiradores del cine de Hitchcock buscaban afanosamente dónde y cómo había aparecido en la cinta. Por cierto, en “La Trama”, sólo aparece su silueta reflejada en los cristales de una oficina. Pero también fue algo fuera de serie esta que fue su última cinta, porque era totalmente diferente a todo lo que había hecho, porque ya no era un tema de suspenso u horror, sino un melodrama pero tratado en forma sofisticada. Por cierto, en la trama la actriz Karen Black ya en pleno rodaje no le gustó ser la villana de la historia y le pedía constantemente al director que hiciera a su personaje más amable, y aceptó pero con ciertas reservas, pero como era su costumbre cuando estaba disgustado, luego la presionó y con mucho más razón ordenó que fuera repetida varias veces la escena en donde ella se deja caer estrepitosamente al piso con tal de llamar la atención al obispo secuestrado que tenían en su casa. Pero no fue a la única actriz o actor que presionó durante el rodaje. Porque se decía que le encantaba martirizarlos. Por ejemplo, durante el rodaje de “Juego Sucio”, Hitchcock hizo que la joven Phyllis Konstam se lanzara al agua más de diez veces para filmar una escena que ya había quedado bien desde el comienzo.
Sus grandes películas fueron “Frenesí”, “Topaz”, “Marnie la ladrona”, “Los pájaros”, “Psicosis”, “Vértigo”, “La ventana indiscreta”, “Para atrapar a un ladrón”, “Crimen perfecto” cinta que por cierto luego fue “enlatada” o “congelada” porque precisamente mostraba a una mujer que comete el crimen perfecto contra su marido y hace unos 8 años hicieron otra versión de esta cinta con Michael Douglas en la que el marido es el asesino pero que termina siendo descubierto, como para dar el mensaje de que que todo crimen llega a ser descubierto y por lo tanto no hay crímenes perfectos. Además fueron buenas sus cintas “Tuyo es mi corazón”, “El enemigo de las rubias”, “La Soga”, “Rebeca”, “La posada maldita”, “39 escalones”, “La dama desaparece”, “El hombre que sabía demasiado”, “Juego sucio”.
Muchos de los seguidores del cine de Alfred Hitchcock consideran que sus mejores películas las hizo durante el tiempo que vivía en Londres y no tanto cuando ya estaba en Estados Unidos.
Cuando en 1926 Alfred dirige “El enemigo de las rubias” (The Logder), los productores la consideran muy mala, pero la cinta es como el nacimiento de lo que se vería desde entonces en el cine de Hitchcock, porque presenta a un falso culpable que es perseguido por la fatalidad, mientras ocurren asesinatos terribles de rubias. Pero lo importante de esta cinta es que aún cuando fue filmada hace 80 años y muchas cintas de entonces pueden parecernos cursis, en esta se mantiene el suspenso desde el principio hasta el final, pero incluso con mucha inventiva visual.
Ahora lo recordamos a 109 años de su nacimiento -13 de agosto de 1899- y 28 de su muerte -29 de abril 1980-.
Hasta el domingo. Mi correo: hmef@msn.com
(26-oct-08)
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